Arsenio Uscanga

Anda con cuidado.

Ahora que los caminos de nuestra vida se comienzan a separar, solo quisiera pedirte de manera encarecida, por favor:

¡Anda con cuidado!

Abre bien las gemas que tienes por ojos, despabílate antes de salir de casa, mira bien a ambos lados de la avenida y el asfalto que has de pisar, no vaya a ser que tropieces con un obstáculo y te arrolle el pesimismo.
Por favor, te lo suplico, ten cuidado, y observa de manera cautelosa las luces de la plazuela, esas que tienen miradas humanas, que regalan sonrisas, momentos y cariño. No vaya a suceder que dejes atrás un amigo, o peor aún, un nuevo amor, por no saber mirar bien.
Cuida la manera en que desprendes tu aroma, ese que lo impregna a uno hasta contagiarlo de tu locura, cuídate de quién solo robe tu aroma, pero no aprecie tu esencia.
Cuídate de los \"cuerdos\" que critican tu locura de amarlo todo, ama y que te importe un carajo el qué dirán.
Anda con cuidado, y presta mucha atención, no vaya a ser que al bajar del colectivo te dejes olvidada la valija, y con ella dejes tu sonrisa y la dulzura de tus modos.
Anda, corre y vuela, sueña y viaja, ama y ríe, llora y calla cuando sea debido, cuídate del conformismo de no querer salir del sitio en el que te encuentras. Y cuídate, por favor, de los malos días, pueden robarte el placer de disfrutar las cosas pequeñas de la vida, y con ello la ternura y la ingenuidad que posees.
Ándate con cuidado, no vaya a ser que tropieces con tus miedos irracionales, promete que aquello que lastre tu camino, habrás de soltarlo.
Cuídate, pero no lo suficiente, para volver a tu sitio debes arriesgarte de nuevo, intercambiar nuevas formas de reconocernos ante la vida, conocer nuevos terruños, atesorar más rasguños, amarte y aprender a amar a través y desde la perspectiva de otros.
Y cuídate del pasado, aprécialo como un diario que te ayude a volver a recordar quién eres y por qué eres. Pero no vivas en él.

Liberémonos ahora, ya veras lo bonito que es el mundo cuando empieces a disfrutar tu camino.


Y si te apetece volver, acá te recibo en la playa con los brazos abiertos, para bailar ese vals que nos quedamos debiendo.

Gracias, lo siento, te amo.