FELINA

¡QUE NO SE ACABE LA NOCHE, MI AMOR, QUE NO SE ACABE!

Que no se acabe la noche,

mi amor… que no se acabe,

para yo seguirte amando

y navegar contigo

por los ríos del deseo,

formando escarcha

con cada desvarío.

Sin importar cuántas piedras

lleve la corriente,

tú y yo seguiremos navegando,

ya, que nuestro amor es tanto,

no importa

que lo arrastre la borrasca

y desemboque en los mares

de otras costas;

Allí, seguiremos,

con nuestro amor eterno,

aunque sigamos

por diferentes afluentes,

volveremos a navegar,

del mar...

en sus mismas corrientes.

Que no se acabe la noche,

mi amor… que no se acabe,

para yo seguirte amando

eternamente.

Felina.