racsonando

¡Principio y fin!

Hija, te haces mujer

y tu vida, tus sueños

se moverán como una barca

en una mar de aguas agitadas.

 

Tú, la timonel, temerosa

y decidida a la vez

contemplas la inmensidad,

puedes sentir sobre tu piel

el leve roce de los vientos marinos.

 

Entonces, temerosa y decidida

izarás tus velas

em espera de los deseables céfiros,

abrazaras en diamantinas aguas

las latitudes y presurosa Rosa de tus Vientos.

 

A barlovento y sotavento

un canto de sirenas despeinadas

te anunciarán un faro...

un viejo faro

que te dibuje luminoso sus distancias;

y un nuevo puerto

en lo profundo de tus cabelleras revueltas.

 

Y de esa barca

tú, principio y fin

serás su airosa timonel.

 

Racsonando ando.