Si fueras rosa, yo sería tu espina…
si fueras Salmo, yo prosa profana!
En el naufragio de mi fe Divina,
al mar abierto tu amor se hizo bengala…
Si fueras luz, yo sombra en tus pupilas…
Tú la Verdad, yo cultura pagana!
Pasión excelsa que a mi pecho atina,
con un aliento a mandrágora y manzana…
Si fueras aire, yo el que te respira…
Agua Bendita, yo la sed mundana!
Un gran Poeta mi palabra inspira,
con una alondra de luz por la mañana…
Si fueras tierra, yo el que te cultiva…
Hada del fuego, yo la mecha en llamas!
Uva que al tiempo enteógena bebida,
Divino elixir de ti, mi boca aclama!
Si fueras bosque, yo madera fina…
Tú sideral, y yo semilla humana!
Parado al frente de una Cruz Latina,
Oigo “Cantares” de un Rey, que dulce exclama:
Tu cuello es de marfil! Tu pura y bella…
Yo preso en lo más hondo de mí mismo,
un alma antigua, que habitó la estrella…
Llama boreal, que iluminó mi abismo…
La noche me reclama, su lucero…
La luna que perdió su fiel amiga!
Un astro se hizo tarde aquel febrero…
Romántica, sensual y sensitiva…
Bajaste hasta la tierra en suave vuelo…
Fue santa la pasión que yo sentía!
Sanó mi corazón del desconsuelo,
y supe que éste amor salvó mi vida…