Jorge Briceño

Astronauta

Desde tierra despega el cohete y aún no se si vuelva a verte.

Llevo conmigo, un trozo de tu piel en mi bolsillo,

un aúdio de tus dulces carcajadas,

y en mi maleta tus ropas aún perfumadas.

En la luna, añoro tus besos bajo la lluvía,

en el inmenso Júpiter, tus pequeños presentes

y en el  helado Neptuno, el chocolate caliente.

Ooh! tu cuerpo,

cuán maravillosa es su dulzura,

que ni el infinito universo se asemeja a tu figura.

Y el celoso sol que no había mencionado,

por tu hermoso brillo es deslumbrado.