Andrés.

Involucionando su ser.

Linda señorita,

de delicadas manos,

te posas frente al espejo,

y imaginas un mundo de sueños.

Niña con cabellos de trigo,

te paras al frente al espejo,

y esperas perder la mirada,

sueñas con ser una delicada reina.

Ahora, toda una dama,

todo el tiempo se quemo,

pero al final lo conseguiste,

ser una una mujer con empatía,

visionará y valiente.