argantonio

Del otoño

Del otoño rememóro la luz dorada,

a través de la cúpula vegetal,

oigo en el camino el tañido músical,

de una campaníta casi olvidada.

 

Era una ermita tan antigua,

que tenía un arco de herradura,

allí dentro no existía la premura,

y la luz era tímida y exigua.

 

Sin embargo allí hubo fieles,

que acudía al son de sus campanas,

a honrar la santa del lugar.

 

Música, empanadas y mieles,

nunca faltarían para la fiesta ganas,

ni tampoco un espóntaneo deseo de amar.