Eduardo Antonio Taborda

EL SECRETO DE TUS SILENCIOS

 

 

No sé en qué momento comenzaste a amarme,

yo sufría por la pérdida de aquel gran amor

sólo sé que comenzaste haciéndolo evidente,

en tu mirada hacia mí.

 

Comencé a sentirte libre en nuestros momentos a solas,

cuando me llevabas a casa después del trabajo

comencé a sentirme dichoso y privilegiado,

y sin quererlo ya me encontraba anhelando

verte y escucharte aunque fueran pocas horas.

 

Eras tan dulce al hablarme,

siempre me mirabas a los ojos

yo les rehuía a los tuyos,

porque comenzaban a hablarme

me daba miedo volver a enamorarme,

pero tu amor en silencio me devolvió la sonrisa.

 

Conocí a tus padres y tú conociste a mi madre,

ellos se dieron cuenta lo que tú sentías por mí

tus ojos siempre hablaban,

yo temía verlos, tú sabías contenerte

yo no hubiera podido.

 

Un día decidí arrojarte a sus brazos,

y a los besos que yo nunca debía darte

y caíste en mi trampa,

o te lanzaste a  la balsa como quien no desea

morir ahogado en el mar.

 

Me dolió hacerlo mi amor,

pero más me dolía tu agonía

y  los besos que yo no podía corresponderte,

nunca lo hubieran aprobado

y terminarías sintiéndote culpable,

y yo el hombre más amado pero también

el más desdichado.

 

Y comencé a amarte con ansiedad,

comencé a sentir celos de su boca

que te recibían y te despedían cada día,

pero opté por ser el amigo incondicional

sólo los escuchaba y en sus abrazos,

yo me sentía abrazado.

 

Un día quiso el destino,

que nos encontráramos en tu habitación

y de nuevo tus ojos hablaron,

yo no pude esquivarlos

los míos también hablaron,

y apunto de consumar la locura

entre tu perfume y tus sábanas,

entró tu padre.

 

Bendito sea tu padre mi amor,

yo no me hubiera perdonado tu sufrimiento

y después de aquello entendí,

que debía renunciar a volver a verte

e hice que me odiaran todos,

con mi actitud.

 

Han pasado diecisiete años,

ustedes se casaron y formaron el hogar

que yo nunca te hubiera podido dar,

no supe de otra manera corresponder a tu amor

perdóname,

el secreto de tus silencios

termino siendo el secreto de mis silencios.

 

05/12/2016

Andrés Eduardo de las Heras.-