Eran dos extraños esa noche
Y ambos soñaron con lo mismo
Vagando errantes en la oscura calle
Como buscando un profundo abismo
Eran dos extraños solitarios
Unidos por el tenue hilo del destino
Y cruzando las miradas a lo lejos
Esa noche, dibujaron un camino
Parecía tan solo una coincidencia
Para aquel que oyera su cuento
Pero muy en el fondo ya sabían
Que este era su gran reencuentro
Eran dos extraños que suspiraban
Y un amor verdadero anhelaban
Y esos dos extraños, sin saberlo
Estaban de frente… y se miraban
Eran dos extraños, no tan extraños
Que sin conocerse, juntos caminaban
Que sin hablarse, entre ellos susurraban
Y sin tocarse, parecía que se amaban