Arsenio Uscanga

Vuelta.

Volvió.
Volvió el amor, para posarse en aquellos sitios de los cuales fue obligado a desprenderse. Volvió de su ostracismo, e iluminó a su retorno nuestras almas que se alejaron, pero nunca dejaron de amarse.
Regresó triunfal, después de aquella guerra cruenta contra las huestes del olvido, después de golpear las ventanas de estos amantes que se aman, y sin embargo ignoraban los silbidos que provocaba el viento, azotando los resquicios del hogar, gritando: !VE, LUCHA POR ESTO QUE AÚN SIGUE VIVO¡ ¿No ves acaso la forma en que presiona tu pecho el sentir que aún la amas?
Volvió, cuando aquellos amantes se permitieron escuchar al mar, que les invitaba a besarse, reunirse, reencontrarse, como lo hacen los aquellas criaturas que ven por primera vez la vida a sus orillas, pero retornaran de manera inevitable a su inmensidad.
Y así, mientras escribo esta carta, sostengo la mano de la mujer que más he amado en la vida, para concluir diciendo: ¡Volvió mi chatita, y con ella, los colores de la vida!

 

 

Cartas a mi chata.