Shedar

SILENCIOS DE MUERTE

Bajo un manto de cielo

estrellado o con un sol

radiante , sin importar la hora,

siempre eran  momentos de terror.

Sus labios siempre sonreían

pero sus ojos permanecían tan tristes,

la lluvia silenciosa, apagada,

que caía de ellos en soledad,

era filosas y sangrantes espadas

en su alma, con adolorida carne cocinaba,

temerosa, angustiada, impotente.

Mas, cuando el que había amado

traspasaba el umbral de la puerta,

las garras de él se hundían en su piel,

su lengua insultante, putrefacta

también debía escuchar.

Ella aprendió a callar,

sintiendo que era su mejor defensa,

antes que el silencio de la tierra

le entregara el beso de barro

prometido.

Incrementando la lista

Junto a la indiferencia

de sus gobernantes e instituciones,

que aparentan estar pendientes,

sin trabajar en ello, con mano dura,

tanto dolor habría terminado.

Mientras el dolor en silencio

guarda los golpes de garras asesinas.

Porque cuando el abismo asoma,

la verdad y la mentira penden de un hilo.

Y hace tiempo que los jueces, la justicia,

no cortan con buenas tijeras.

 

Shedar