solangel

No me extrañes…

No me extrañes…

 

Ay amado mío…y si dices que me extrañas

Amado amigo fiel hermano y confidente

Mi amor no es un fluctuante y aparente

Sentimiento que se mece entre las cañas…

 

No me extrañes pues… en la gota de rocío

Húmeda y fresca que el petalo de la rosa besa

En la risa ingenua, cantarina y cristalina del río

Que recorre su camino estare  siempre presente…

 

No me extrañes pues… en la caricia de la brisa

Que te saluda en la madrugada reviviendo mi recuerdo,

En las notas mas altas del violín y los arpegios de  una canción

enamorada de un trovador… estaré siempre presente….

 

No me extrañes pues… en el roce del aroma del café

Que te energiza y te despierta en la mañana

O al que recurres para estar alerta en la desvelada

donde hacen cita tus dorados sueños… estaré siempre presente….

 

No me extrañes pues… en el fondo de tu alma agazapada

En un rinconcito donde no cause barullo entre la gente

En la intimidad de tus horas mas dulces sosegadas…

No estoy ausente amado mío… estaré siempre presente…

 

Carmen Lidia Feliciano Flores

Abril 21/2010   6:10 am. 

Como respuesta al poema de Sergio Garza

 

Te extraño...

 

Que palabra tan más rara.

Una grieta parece del corazón.

Tantas cosas que se van con el tiempo

De la mano del olvido... y sin dolor.

 

Hoy.... te extraño...

Asi como el río extraña:

Cuando va poco vacío:

a las colinas pobladas

De regias espigas por el sol tostadas...

Como los gritos de alerta de la muchachada,

Cuando se desborda y se viste de fantasma.

 

Te extraño.... si.... te extraño.

Como la mañana nublada:

La sonrisa tierna y llena de esperanza,

De la aurora con su traje naranja.

 

Te extraño como la proa de un barco

El espacio vacío de su puerto,

con su lazo de cáñamo... enigmático

que lo libra de las olas y viento.

 

Si amor mío... te extraño...

Cuando se juntan las tardes y las mañanas.

Cuando también la luna en el pasto,

Se esgrime añil en la sábana de escarcha.

 

Y tu mi amor... no estás allí:

Ni en las colinas de espigas pobladas;

ni en los gritos de la muchachada.

Tampoco en mi sábana de escarcha.

 

Te volviste el fantasma de la ópera,

Que huiste de la mano del olvido;

Por la grieta enorme de mi corazón...

Por el callejón poblado de los suspiros.

 

Sergio Garza / Marzo 12, 2010

 

 

Ahhhh Fidel... te debo lo que dije que colocaria aqui el dia de hoy... pero lo dejare en tu muro... y manana lo publico... No se me olvido amigo!!!!