TaTa Pola

Maldito el instante

Malditas madrugadas testigos de los ojos incrustados

en la fría e infinita oscuridad de mi alcoba.

Malditos ojos irritados, malditos que no se cierran,

que arden... Que cobarde es mi mirar!

 

Malditos, llenos de miedo al parpadeo,

por miedo a encontrarte en ese pequeño instante

en donde apenas los voy cerrando.

Malditos porque no te miran.