Hay un agrio limón
que se cree mandarina
y se las da de dulzón
pero todo es mentira.
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Hay una pera dulcita
que se las da de manzana
y aunque está exquisita
su intención en vana.
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Hay una chirimoya
que se cree guanábana
y muy triste llora
pues no quieren mirarla.
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Hay un ají dulce
que se cree pimentón,
pero todo es embuste
le falta color.
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Un ácido mamón
se las da de uva
y esa presunción
muy poco le dura.
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Estas creencias vegetales
causan gran enfado
y pensar que iguales
también hay humanos.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela