Horacio Armas

Háblame de amor

Háblame de amor, amor, amor;
cuando el cielo de rosado se pinte
y cuando Dios empiece hablar;
háblame de amor, amor, amor;
no cuando el sol hierva a las doce,
eso sería aburrido,
¡yo quiero una aventura!,
milagros y estrellas en mi bolsillo,
quiero que no me afecte el alcohol,
él sí que me da...
háblame de amor, amor, amor;
ahora que mi juventud arde
y quiero correr y gritar cuánto quiera,
no esperes a que sea viejo
y más obstinado, no esperes
a que sea más listo, 
como para saber la verdad.
Por favor, háblame, sé que no
guardarás mis sueños en tu gaveta,
yo tampoco conservaré los tuyos
ni tus ojos, ni tus manos,
mucho menos tus palabras,
que de blanco andan vestidas
y se desvisten con cualquiera,
yo sé la verdad trás de ti,
tú desconoces mis 7 abrigos,
háblame de amor, amor, amor;
cuando te los pongas y aún sientas frío,
sería más probable creerme a mí,
que a un río sin agua que dice llenar el mar,
conserva tu amor, amor, y cree que es real,
como yo creí alguna vez en tu labios.