Max Hernandez

Eres...

- Que soy para ti, poeta?

Me interrogas, mientras me pierdo en la encantadora oscuridad de tus pupilas negras, entregándome a voluntad a un infinito mar de tempestades de pasión eternas...

- Otra vez en silencio, mi pirata enamorado?

Tus labios se mueven sensuales, incitándome a pensamientos libidinosos y lujuriosos, haciendo que una vaga sensación electrificante trepe por mi espalda y se apodere de mi fría cabeza...

- Despierta, tontuelo, no ves que estoy aquí?

Tus delicadas manos, juegan con mis cabellos, y me entregan sensaciones indescriptibles al tocar con ellas mi rostro perplejo. Al sentir acercarse tu bello rostro, aspiro profundamente, y el aroma de tu piel, de tus cabellos, me embriagan por completo...

En mi pecho, mi corazón desbocado intenta liberarse de su prisión y quiere unirse al tuyo. Mi alma? Donde está ella? Ni siquiera se donde se halla aquella, pues hace mucho tiempo atrás eres dueña de todos mis deseos.

Soy tu esclavo. Soy tu dueño.  Que eres para mi, preguntas? No lo se, mi pequeña traviesa, solamente sé, que ahora necesito un beso...