Alexander Vortice

EL BANCO DEL PARQUE

Me viene a la cabeza

las veces que moré en aquel banco de aquel parque

especulando en cambiarme a mí mismo,

incluido, el mundo que me rodeaba

con sus manos de atrevimiento exterminador.

Yo era un pesimista entonces;

miraba a mi alrededor y me engañaban

los aprietos de la gente con machetes de antojos.

Ellos sí se ahogaban en un vaso de agua debilitada,

ellos tenían padecimientos increíbles,

insomnio reverencial y amores -al parecer-

dignos de total envidia“.

Me viene a la cabeza las veces que me situé

en el barranco, en el averno, en aquel banco

de piedra fría, menoscabada, inexpresiva...

Yo pensaba en lo mío,

en lo de ellos también llegaba a pensar, sin más.

En ocasiones buscaba soluciones

para la aflicción que estaba padeciendo...,

y únicamente me adormecía.