Melissa Rivera

Jamás vivida

Y lloré mil lágrimas en el desconsuelo de una vida jamás vivida.

En el insípido saludo del contorneo de tu boca; me adentro en ella y descanso en ella.

Jamás olvidé bajo ramas ocultas, de un sol curioso, aquéllos gemidos que gritaban palpantes mi piel.

No me miraste y apoyaste tu mano en mi cintura, y no dejaste suspiro por un solo instante.

Gritaba y no te soltaba; solo creaste un silencio que tus besos pudieron expresar, que al mismo tiempo gritaban ellos, por una pasión que mañana será olvidada.