Alberto Corral

He soñado con un tren

Esta madrugada he soñado con un tren que pasaba

y eran los raíles por los que circulaba

 tendones y arterias de vida y sangre.

Yo estaba en ese mismo andén en que me dejaste

con mi maleta de poemas y mi calendario inútil

contemplando cómo se marchaba

hacia la remota estación de tu futuro.

Soñé que no le estorbaba el paisaje de mi cama,

ni la triste lluvia que me repite tu nombre;

soñé que el tren atravesaba esas regiones

donde se quedó tu libertad, sin detenerse

y era el combustible de su máquina

el corazón y la tinta con que no supe quererte.

Ese tren con el que soñaba esta madrugada

lanza al cielo cenizas de un amor que duele

como la digestión de un alimento caducado,

como ese silencio que cada noche me envejece.

Esta madrugada un tren de recuerdos y mentiras

circulaba hacia un enorme amanecer anaranjado

y un sol de cuento deslumbraba

mis ojos cerrados a tu horizonte perfecto.

Esta madrugada soñé con un tren que pasaba

 con dos asientos vacíos: el tuyo y el mío.