Ramón Bonachí

El Avaro Y El Barquero

- ¿Al infierno? -el barquero preguntaba
al difunto usurero que esperaba-.
- ¡Sí! -clamó secamente el pasajero-,
y va conmigo todo mi dinero.
- Me tendréis que pagar por el pasaje
y os ruego no subais el equipaje.
- Si os tengo que pagar, me voy a nado
nada pago pues nada os he comprado.
- ¡Entonces olvidaros del destino,
nadie infringe la ley que dictamino!
El avaro bajo de la barquilla
y nadando se fue hasta la otra orilla.
Al llegar, los demonios lo apresaron
y directo a plutón se lo llevaron.
- ¿Cómo fuiste capaz viejo usurero
de negarle el dinero a mi barquero?,
que Minos hoy condene tu codicia
y trate con dureza tu avaricia.
El juez, tras meditar solo un segundo,
lo castigo a volver al otro mundo.
- ¡Sufrirás por huraño la crudeza
de ver como se funden tu riqueza!
Ser terco como ves no fue propicio
vivirás cual Tantalo tu suplicio.
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Adaptacion del poema de F.J. Sala