Pepe Pnca

110. RELATO

 

 

110. RELATO

 

 

 

AMAR ES DARSE TODO

 

 


El empleado estaba tras el mostrador, mirando la calle distraídamente. A ratos miraba al televisor que pasaba los actuales acontecimientos, en otros se distraía al ver a la gente pasa, y muy a menudo volvía a su actividad la limpieza y reorganización de los escaparates y las vitrinas. De pronto algo llamo su atención y miro atento a la calle.

En eso, una niñita, Paola, se aproximo al negocio y apretó la naricita al vidrio de la vitrina. Los ojos de color del cielo brillaban cuando vió un determinado objeto. Entró muy decidida en el negocio y pidió ver el collar de turquesa azul.


- Es para mi hermana- dijo Paola muy contenta y continúo diciendo- ¿Puede hacer un paquete bien bonito?- Preguntó ella al vendedor.


El dueño del negocio en ese momento entró y miró muy desconfiado tanto a la niña como a su empleado y por fin preguntó:


- ¿Cuanto dinero tienes?- Preguntó él.


Sin dudar, la niña, sacó del bolsillo de su ropa un pañuelo todo atadito y fue desahiciendo los nudos. Los colocó sobre el mostrador y dijo feliz:


- ¿Esto alcanza?- Preguntó la niña al dueño del establecimiento.


El joven hombre acercó el envoltorio y miró la cantidad, eran apenas unas monedas las que exhibía la pequeña muy orgullosa.


- ¿Sabe?- Preguntó Paola muy contenta, hizo una pausa y continúo diciendo- quiero dar este regalo a mi hermana mayor. Desde que murió nuestra madre, ella cuida de nosotros y no tiene tiempo para ella. Es su cumpleaños y estoy segura que quedara muy feliz con el collar que es del color de sus ojos- dijo ella muy alegre.


El hombre y su empleado fueron a la trastienda, hizo que el joven empleado colocará el collar en un estuche, y lo envolvierá con un vistoso papel rojo,le colocaron un muy bien elaborado lazo con una cinta verde. El empleado, entre sorprendido y confuso, siguió todas las ordenes de su jefe, al fin de cuentas para eso trabajaba para cumplir las ordenes de su jefe. Pero, Bernardo, pensaba que su joven jefe podría llegar a descontarle de su salario y por fin se atrevió a decirle:


- Disculpe, mi atrevimiento, Gustavo pero como bien lo vimos la niña no trae el suficiente dinero para adquirir tan costoso collar. Las pocas monedas que contamos si quiera cubren el envoltorio, y lo único que me preocupa es que usted vaya a descontarme el valor de mi sueldo- Dijo el empleado.


- No, hombre- dijo el dueño- la niña nos ha enseñado algo muy importante este día, sin importar cuanto valga este regalo, con su inocencia, ha sido capaz de valorar todo lo que su hermana a sacrificado por ella. Y nosotros, no hacemos sino todos los días preocuparnos por el negocio, la disminución en las ventas o cuantos clientes entran en él. Llegamos a casa, y nos preparamos para descansar para una nueva jornada, Porque hay alguien que ya se preocupo por nosotros en casa y dispuso todo para nuestra llegada. En cambio ellas están solas y no se tienen sino únicamente a ellas. El bien mas preciado su amor- Dijo el joven dueño de la joyería.


Gustavo volvió, al mostrador y se dirigió a la niña que esperaba impaciente, le extendió el paquete y le dijo a la niña:


- Toma -dijo - Llévalo con cuidado- Le dijo el Gustavo a Paola.


Ella salió feliz, corriendo y saltando calle abajo . Aun no acababa el día, cuando una linda joven entró en el negocio. Colocó sobre el mostrador el ya conocido envoltorio deshecho. Gustavo se encontraba solo en ese momento,era la hora del almuerzo y su empleado había ido a comer. Miró atento a la joven y le escucho decir:


- ¿Este collar fue comprado aquí?- Preguntó Paula - ¿Cuúnto costo?- Volvió a preguntar.


- ¡Ah!- Dijo el joven dueño del negocio- Claro, una niña vino y lo compró dijo que era un regalo muy especial para su hermana mayor. -Hizo una pausa y continúo- En cuanto al precio, debe saber que el precio de cualquier producto de mi tienda es siempre asunto confidencial entre el vendedor y el cliente, en este caso la niña.- Dijo Gustavo, mirando a los ojos a la joven y luego dejo escapar una sonrisa.


- Pero mi hermana tenía solamente algunas monedas.- Mostró al dueño el collar y luego dijo- El collar es verdadero ¿No?- Preguntó- Ella no tendría dinero para pagarlo- Termino por decir.


El joven tomó el estuche, rehizo el envoltorio con extremo cariño, coloco la cinta y lo devolvió a la joven y le dijo:


- Ella pago el precio mas alto que cualquier persona puede pagar. ELLA DIO TODO LO QUE TENIA.- Dijo él finalmente.


El silencio lleno la pequeña tienda y dos lágrimas rodaron por la tez emocionada de la joven en cuanto sus manos tomaron el pequeño envoltorio. Miro fijamente a Gustavo, el también la miro, una tímida sonrisa se dibujo en sus rostros un tanto ruborizados, \"es atractivo el joven\" pensó ella.


Al cabo de un tiempo Paula entró a trabajar en la tienda de Gustavo, mientras el otro empleado se hizo cargo de otra tienda que su jefe al cabo de un tiempo abrió. Sin saberlo el negocio empezó a prosperar, mientras tanto, entre Paula y Gustavo empezaron a aflorar sentimientos muy distintos a los netamente laborales. El empezó a visitar a la familia de Paula, tomando ante los hermanos de ella la imagen paterna que habían tiempo atrás perdido. Finalmente los dos jóvenes formaron una bella familia, pero habían decidido tener hijos luego de que la menor de los hermanos de Paula saliera del colegio, la niña que les había dado la lección de vida a todos, Paola.


Lo más importante que debemos saber es que la verdadera donación es darse por entero, sin restricciones. La gratitud de quien ama no conoce limites para los gestos de ternura. Agradezcamos siempre, pero no esperemos el reconocimiento de nadie. Gratitud con amor no solo reanima a quien recibe, reconforta a quien ofrece.