Sandra Lopez Paz

VIGILIA

                    Sólo por un instante de encendido milagro.

                                                     Apenas el instante.

                                                 Beatriz Schaefer Peña

 

 Todo duerme

en su cansancio dorado.

Árboles callados.

El vino

precipitado

en el fondo

de los ojos.

Una poetisa

va despertando

sus órganos maternales

donde reposan

obligaciones.

Ha dejado

cada cosa

en su lugar visible

y otras manos invisibles

toman el papel

      retoma la palabra

y allí se prohíbe

el silencio.

         

 Se otorga el derecho

               la libertad atrapa.

 

Entonces,

viaja por el mundo

               con el laúd del viento.

La poetisa

no es ya una mujer.

Decide proclamarse

         enunciarse

labrarse en las piedras

tallar la noche

en un túnel a la libertad.

 Hay un atávico plumaje

en su contorno.

Un vuelo azul

preparado a destino

      planetas rojos

            estrellas que estuvo preparando

en sus sueños.

 

Amor es

una parte del mundo.

Invoca su nombre

y se disuelve

en palabras.