Adrian Labansat

LAS PALABRAS QUE DEJARON DE SER MIAS

 

 

 

A Jorge Reyes Ortiz

LAS PALABRAS QUE DEJARON DE SER MIAS

Yo  a usted lo quiero, sí señor, es el amor el que le habla, el que desde la tierra toca el cielo y besa su frente, me prosterno, no sé si ante usted o ante lo que siento, no sé si adentro  o afuera… Lo quiero, le persigo y pretendo alcanzarlo con mis palabras, por eso comencé amar esas palabras que le susurre al oído, son mi jauría y mis compañeras en esta cárcel, inesperadamente lo esperaba, lo he esperado solo unos cuantos años , desde toda mi vida, desde donde yo me acuerdo que brillaba como piedra de colores en mis sueños, con la que he tropezado esta noche, lo quiero recostar en un poema y aunque usted se vaya, en él lo pueda ver, quisiera detener su vuelo, cuando va aleteando en su parvada de sueños, a donde sé que yo no puedo acompañarlo, lo intento pretendiendo atraparle  pero lo más bello siempre se me ha ido, entonces me agito y  le escribo, le dejo como piedra en mis poemas que ya no son míos, son más bien suyos, los escribo como pedacitos de carbón para recordar lo que usted en mi ha encendido, pero usted no lo sabrá nunca, me ha hecho naufragar, usted no sabrá que una ola de llanto casi me ahoga, todo este amor que naufraga  solo porque sus alas decidieron irse a otro sitio, solo porque sus alas eran más fuertes que mis océanos o porque otro tenía los brazos mas fuertes para sujetarlo, ahora solo puedo amarle en estas frases, en las palabras dibujadas en el papel, en lo escrito que me recordara toda la vida el hermoso instante en el que lo tuve, las pocas horas en que usted quemo mi tristeza llenando de fuego mi alegría, ahora que es obsesión y sombras navego en ese océano como recurso para buscarle aunque sé que nuestra noche y nuestra tierra han naufragado, viviremos en la isla de los sueños antiguos, donde está enterrado el féretro de la memoria, donde las obsesiones crecen junto a la hiedra que se traga el faro que nos alumbro dejando solamente luces sobre mis océanos.