Vito_Angeli

En el altar

De nuestras manos saldrá la condición de amarnos;

fiel a tu estilo, me esperabas firme sin duda alguna;

la gente, tuya y mía, con paciencia que iba llegando,

el altar blanco y radiante, al lado de nuestra laguna.

 

Mientras espero, la garganta hacía algo de afinación,

paralelamente, tus manos, eran pentagrama amoroso;

mis pies retrataban cada paso a dar en la afirmación,

tus ojos me recordaban el tiempo que ha sido hermoso.

 

En frente de la multitud, el ministro abrió con un amen

al tiempo que nuestros cuerpos se encontraban fundidos

esperando aquella palabra mágica cual dulce dictamen

para cerrar con ambos anillos el honor de lo acontecido.

 

Ahora podéis decir que estamos realmente enamorados,

que esta unión hecha no separará ni el terror del olvido,

que haremos lo que sea por mantener este sino elevado,

que tu corazón brillará por y para siempre junto al mío.