Joel M. Tapia

¡Primavera!

Ya el gris dosel se ha disipado

dejando al descubierto el celeste infinito,

cuyo seno acuna la dorada esfera

de un sol que ha nacido realmente bendito.

Descarga tus rayos como punta de flecha

hiere a este frío, ábrele una brecha,

¡y que en cada sombra donde more soledad

tus rayos de luz no les tengan piedad!

 

El Zorzal de temprano comienza a entonar

la melodía del que anuncia una buena nueva,

porque cada mañana feliz se renueva

con la esperanza del que quiere alto volar.

Primavera, te vistes de gala en cada ocasión,

perfumas tu aire en cada rincón,

¡y que en cada sombra donde se halle mortandad

tu espléndida juventud no le tenga piedad!

 

4 de octubre de 2016