Samuel Santana

Altruismo

En el pueblo conocí

a un hombre

sumamente extraño.

En días malos solía

dejarse la barba,

crecer el pelo, las uñas

y caminar andrajoso

por las calles.

Su ideal fue granjearse

del mundo la

triste compasión

para el pan.

Nunca hizo nada pero

murió solitario y

en plena mugre.

Condenados han de ser los

pueblos que en

tiempos amargos,

en lugar de altruismo,

coraje y empeño,

mansos y sumisos

se acobardan.

Construir, levantarse y

luchar deben surgir

siempre del mismo polvo

y de la imprevista derrota.

No hay ser tan mísero

como aquel que en la

hora aciaga detenido es

por el miedo y

la nefasta amenaza.