Alfredo Moreno Davila

Infortunio

 

Hoy tuve un sueño;
Veo espuma de mar que un navío deja atrás;
Hojas otoñales de un árbol que las lleva el viento;
El último instante de una estruendosa fiesta,
donde luces y sonido terminan;
Y novios abrazados en un aeropuerto,
que se despiden soltando las manos al partir.

 

Me despierto y vuelvo a sentir mi realidad;
Mi universo se vuelve a estremecer;
Recordando lo que fue y ya no será;
Y lo que pudo ser y jamás fue;
Sintiendo la caótica realidad;
Que aquel infortunio dejó a su paso.

 

He decidido recoger mis escombros;
Y tratar de reconstruir mi vida;
Por que mi corazón late, aún hay propósito;
Para que yo siga luchando.

 

Ya no hay nada material que me motive;
Ni la gracia o la belleza de alguien;
Ya no confío en lisonjas,
Ni en las buenas intenciones confesadas;
Ya no quiero aferrarme a recuerdos,
Donde la abundancia y amor coexistieron,
Y que parecían de una escena de nunca acabar.

 

Sólo queda aferrarme a EL;
A confiar que curará mis heridas;
Que vendará lo que tengo partido adentro;
Por que El es mi Señor;
Y por que se que EL no me dejará abatido.

Veni, Sancte Spíritus!, reple tuórum corda fidélium: et tui amóris in eis ignem accénde.