El Otoño de mi Vida
En la inmensa soledad de mi refugio 
Apostado en el viejo sillón 
Desvaneciendo el tiempo como humo....
Pues aún arden las brasas 
De éste viejo corazón.
Quien te ha puesto triste Otoño
Si eres sólo transición,
Añoras esa juventud dorada
Y el lejano recuerdo de su canción.
Entre los besos furtivos
De aquella hermosa primavera,
Y los trastabillantes pasos 
del imperioso porvenir;
Entre las tardes amantes 
Del pretérito verano
Y las insomnes noches del anciano;
Entre doradas colinas del estío,
Y el triste bordón en mano 
Que habrá de culminar en en tu destino.
Déjame verte bien
Porque parece complejo 
Hasta cuándo has sido un joven
Y cuándo empezaste a ser viejo.
Otoño de mi vida 
Si que eres intrigante , 
Te daré buena acogida
Pues no darte bienvenida
Eso sí, sería aberrante.
Que bonito hacerte viejo, 
Antes fuiste un sol radiante
Ahora ves en ese espejo
A un cansado caminante.
Déjame saber que escondes
No eres vida que se acaba
Tampoco decrecimiento,
Déjadme descubrir entonces:
Eres la sabiduría del tiempo.
Porque si ...
En la inexperta juventud,
Viví los duros golpes 
De la inmadurez y el desatino,
En la senectud entonces... 
Más placeres espirituales
Me deparará el destino.
Viviré plácidamente
La sabiduría de la experiencia,
Y bellezas seguiré sembrando, 
Me lo dicta la conciencia.
Ven a mi Otoño triste
Ven a mis brazos, llegad, 
Que ya mi cabeza reviste
Hermosas canas de edad.