angelillo201

Tu media naranja, mordidas del 50%

Otra vez solo. Solo en tu huerto. Envuelto en la pobreza de tu trabajo, y señalado por la sospecha de la gente como si fueran estos un padre que riñe de este modo a su hijo:

Eres un vago.

Pero mira, mira todo lo que has trabajado y todo lo que has creado: un verdadero huerto en un secano.

Tu has vuelto a escribir en la ciudad de los lobos el evangelio.

¿ No lo sabes todavía?

Acaso buen hermano no gritan tus sienes:

te ganaras el pan con el sudor de tu frente.

Y tu corazón no predica lleno de temor por tu siembra ante los más necesitados y miserables habitantes de la ciudad de los lobos como un buen pastor:

No robarás.

Oh ecce homo singular. ¿ No ves que los que llaman a tu puerta y te siguen, por ti solo tienen una palabra para definirte como aquel que murió en la cruz?

¿ Y qué palabra es?

Compasión.

Ante esa palabra tan desgastada, tan llena de martirio, huyen despavoridos.

Huyen hacia los campos los simples para formar un rebaño de inocentes.

Un rebaño trastornado por la mentira de la paz, la seguridad, el progreso. Un rebaño envenenado por la tabla de los mandamientos que dicen:

No robarás.

Y el rebaño ha firmado un contrato en la tabla de los pastores que les han roto en la cabeza gritándoles otro mandamiento, que quizás fuera su salvación si no lo cumplieran:

No mataras.

Así firman su sufrimiento en el silencio, en el silencio de los pastores que te acompañan. El silencio de una mordida del 50% por cada cajón de naranja de cada trabajador.

Y ahora ríe, ríe, ríe ante los que te señalan y grita al cielo:

¿ qué me importa a mí mi pobreza y el sufrimiento de mis hermanos?

¿ qué me importa a mí que el gobierno del reino se quede un tres, o un treinta por ciento de cada obra que adjudique?

¿ qué me importa a mi que las ett se queden el 50 por ciento del sueldo diario de los trabajadores y las cooperativas el 10 por ciento?

Ya llegaran al reino donde yo estoy si se quieren salvar.

Angelillo de Uixó