Hoy no sé si llorar por amor
o reír porque te he conocido
En momentos como este,
quisiera coger mi coche
y volar a gran velocidad
traspasar las fronteras de mi ser
y saltar al vacío sin alas.
Tantas horas dedicadas
a hacerte feliz, en una burbuja de amor
que me invente para burlar mi destino.
Pero tu me has recordado
que la felicidad es un horizonte,
siempre equidistante.
Y aquí están mis versos,
una vez más, al asecho, para salvarme
para enjugar esta lágrima seca.
Hoy no se si llorar
porque más que perder tu amor
siento que nunca lo tuve.
Hoy no sí si llorar por amor
para que el mar diluya mi pena
como lo hacía cuando éramos uno,
cuando creí que me amabas sabiéndolo imposible,
cuando hilvané con celo para ti un palacio
anaranjado como el cielo que hoy no cruzarás
pues no se puede tocar el horizonte.
Hoy siento una pena que me ahoga
si reviso los recuerdos de mi mente
si me atrevo a quererlos borrar
y por fin se humedecen mis ojos
porque el tiempo es corto cuando amamos
pero si sufrimos,
entonces el tiempo es infinito como el mar.
© Jorge González Reymond 2016