María Alejandra Pérez Sojo Kunapiache Pluma de Oro de las 5 Águilas Blancas MAPS Alejandrita

Una historia de amor oculta en un Rosal

Una Historia de Amor oculta en un Rosal

Aquella tarde que te ví

abrí mis brazos hacia tí

viniste a mi casa

a visitarme para darme una terapia.

Enseguida te brindamos café,

y nos sentamos a charlar sobre esta planta,

me preguntaste, y tú? no me acompañas?

yo te dije:

No he bebido nunca café

¿Cómo dijiste?

pero si hasta los niños lo beben!

Se ha demostrado científicamente 

que es bueno dar una tacita de café a niños hiperactivos.

Y tú? 

de niña no lo bebiste?

Nunca, respondí, en mi casa el café es sólo para adultos

¿Y es que acaso no tienes ya 35 años?

Puedes beber café, es que acaso no te gusta?

No lo sé? dije yo

apenas lo he probado

y me resulta amargo, 

es que mi padre

como muchos llaneros recios 

beben café sin azúcar,

y a mí desde pequeña

se me ha prohibido beberlo.

 

Paul asombrado no alcanzaba a comprenderlo

Enseguida llamó a mi madre

y le pidió el favor

que me sirviera una tacita de café.

Mi mamá por ser orden de un médico accedió

Enseguida degusté mi primera taza de café

al que mi mamá le agregó azúcar

¡Qué delicia!...qué ricura!...

así fué como yo de a sorbito a sorbito

me fuí enamorando de Paul

Aquel aroma, la mesita para dos, 

y mi madre discreta de la sala se retiró.

 

Aquel color negro café en tus ojos

del Brasil me lo traía todo

mientras me contabas que a Venezuela

vino el café

como un obsequio a un Jardín 

de la Aldea de Chacao

y los hermosos y sabrosos cafetos

fueron otorgados 

dentro de los pétalos rojos

de un Rosal que trajeron del Brasil 

en 1784

 

Y así comenzó nuestro amor

con la historia de haber degustado

 mi primera taza de café.

De allí en adelante muchos fueron 

los sueños vividos

fuiste mi primer novio a los 37 años

bellos hermosos recuerdos de amores

de ensueño

a tu lado

que duraron apenas cinco mágicos años

No sé por qué Paul nos separamos?

si todavía continuamos pensándonos

es que mientras yo pensaba y sanaba 

otra se me adelantaba

mi enfermedad me volvió a jugar otra mala pasada

triste me fuí sin tú ni yo quererlo así,

me fuí como se van las aves

sin quererlo, 

solo por mi mente ambulante,

tal vez detrás de unos caballos,

cuando volví a mi ya no estabas

sin embargo nos hablamos

a veces todavía

y poco a poco el tiempo nos ha separado

¿no sé por qué razón?

si aún nos queremos los dos 

tal vez pensaste que mi mente no volvía

y te fuiste con otra algún día.

 

De ahora en adelante bebo café

solo para recordarte...pruebo y degusto todas las variedades

siendo de mis preferidas el Mocaccino

Porque tú me recuerdas el café

y yo te recuerdo el chocolate.

Obrigado Paul.

 

Por María Alejandra Pérez Sojo. Kunapiache. MAPS. Perla Chocolate. El Rosal.

Caracas 10/10/ 2016

Hora 12: 25 pm