Oda a los lobos
Llanero en los caminos, redoblan sus pasos ante la cresta cúspide del transitar en los bosques, solitario y su mirada agita pasión de vida sumida en ansias perplejas en luz de pleno día. El lobo cubre su casta viril, siendo el alfa del consuelo propicio y desolado de su ser, en prominencia jauría que camina tras sus pasos como cuan vigilantes en proceder. Las noches son su consuelo, la luna le acompaña; sus cantos son aullidos que calan el alma y estremecen a quien en la silente noche ondea la cayada y recóndita oscuridad más profunda. Siendo así aullidos abrumadores de tristeza o alegría. Lobo que en caza jaurías, recorres tus sueños mancebado por el consuelo inhóspito de tu menester, no te has de volver trémulo soñador sin lograr tu merecido emprender y por ello la lucha es diaria hay que acoger.
JcLoboRamirez