Evandro Valladares

UNA TARDE

Una Tarde

 

Una tarde común para cualquiera

un día cálido de primavera

llegaste puntual a mi habitación 

sin saber todavía la intención.

 

Era nuestro encuentro ya planeado

era algo que ya  habíamos hablado

donde todo se mantenía  incierto

como lo está el oasis del desierto.

 

Habíamos prometido un abrazo

que fuera entre nosotros como lazo.

Que le diésemos  tiempo prolongado

por estar por los dos tan esperado.

 

Tras  instantes de mutua confusión

mostrose del abrazo su efusión.

Y luego de un breve mirar travieso

 estuvimos fundidos en un beso

 

Vasos hielo y un poco de licor

nos brindaron su toque animador.

De pronto se nos ocurrió saber

si la boca copa podría ser.

 

Charlamos  como viejos conocidos

de poesía,   de libros leídos

ignoramos tiempo, también edades

y ahí estábamos diciéndo verdades

 

Hablamos de los besos deseados,

de fantasías , de sueños buscados.

De un justo temor; de que esa locura,

encuentre  razón, encuentre  cordura.

 

Acordamos de vernos otro día

muy  pleno de licor y poesía

para recrearnos de otra hora loca

¡llenándo de muchos besos la boca!