Araceli Vellber

Leyes Naturales.

Nos refugiamos en las leyes civiles

para consentir ciertos actos.

Fijamos esa mayoría de edad

como el límite

para poder dar el salto al abismo,

sin Decreto o equivalente,

eso sí, salvo el cumplido beso.

Nos imponemos normas de obligado cumplimiento,

cuando el cumplimiento es ya injusto,

desahuciamos,

a los desahuciados en vida,

en lugar de construir normas

en busca de la felicidad.

Y le pregunto, a los de allí arriba,

aquellos que las piensan, estudian, redactan, transcriben, publican, reforman

porque colocamos cicatrices, donde no hay herida

porque nos ponemos vendas en los ojos

si necesitamos la vista,

el miedo nos hace quedarnos inmóvil

como las estatuas a los Dioses,

y nadie quiere perder el pedestal que le sirva de apoyo.

Así pensando, esta mañana salí de paseo,

dejé el cuerpo en casa

tumbado en el sofá

Algunos transeúntes me miraban extrañados,

otros mostraban indiferencia,

yo pensaba será el miedo.

Pues no, no era el miedo

es la indiferencia hacia las leyes Naturales,

aun siendo animales,

dejamos hace tiempo de parecernos a ellos,

por las Leyes Civiles.