Marah

En el trasluz de un espejo

Es mucho lo que vago del todo enajenada,

un déficit que labra mi verso y mis sentidos

tan tonta que no entiendo: por qué mi cabalgata

se oculta en el trasluz de impresionante viso:

 

Pues siento que me atasco limpiando las borrascas

del vidrio que me absorbe cual llama a los cerillos

dejando así la esperma de lágrimas muy raudas,

y nadie se proyecta con besos y abracijos.

 

Por eso el gran alivio lo encuentro en un espejo

experto en dibujar la más bella escultura:

la náyade del bosque posando en su abejuna.

 

¡Y siento a mi madrina con grácil abolengo

que viene a dar su ungüento con mieles de las uvas

y vístese mi hogar…se viste así mi cuerpo…!