Zoraya M. Rodríguez

**~Tragicomedia: La Dama de Hierro~**

Primer Acto

Primer Episodio

El ratón



La Dama de Hierro: -¡Espero que seas tú, Honuro!...-

La Vida: -Calma vida mía, estoy aquí para ayudarte a vivir más…-

La Dama de Hierro: -Sí, vida brillante de la comarca más envidiada…

Honuro: Reina mía, quedo a la deriva de tu amor por su rica abundante, ¡vida…!

La Dama de Hierro: Sí, Honuro, sé que estás a mi lado por eso…

La Vida: Tranquilízate, vida mía, que toda la vida sea en tí, boo, boo…

Honuro: Le escribo a usted bella dama: “Esta noche dejaré,

                                                                 unas rosas que corté,

                                                                 y para su flamante ego,

                                                                 y con esa voz en eco,

                                                                 eres mi dama de hierro,

                                                                 la que deseo y que quiero…”

La Dama de Hierro: ¡Oh, Honuro, todo mi amor para usted!.

La Vida: ¡Oh, Dama de Hierro, algo le acecha, es el amor o la muerte…!

La Dama de Hierro: ¡Que sea la vida, canto para usted!:

“La vida es inmensamente mía,

mía, mía como la alegría,

es fantástica felicidad,

y no es lo que llaman, ¡soledad…!

La Vida: ¡Oh, es un ratón!, Dama de Hierro, que recorre por las esquinas de este suelo que la posee…

La Dama de Hierro: “Honuro, saca ese ratón de aquí, no lo quiero cerca…”

Honuro: ¿Qué hago, amada mía?

La Dama de Hierro: Compra ese veneno mortífero para ratas, y... mátala…

Honuro: Yá lo tengo amada mía…

El Veneno: ¡Oh, quiero matarlos a todos…! “Yá estoy aquí, amada de Honuro, acabaré con la rata y... con usted también…” ¡Yá saboreo su carne, presa de mi veneno sin antídoto, comer de su piel y abastecerme de su cuerpo…!

La Dama de Hierro: ¿Honuro?, llega la noche y ese ratón no cae en el veneno”

Honuro: “Esperemos a la noche, amada mía…”

La Vida: “Yo le tengo miedo, Dama de Hierro, la vida es presa de ellos, y… yo no tengo tanta vida para usted, me muero yo…”

La Dama de Hierro: ¡Oh, vida mía, cantaré para usted: “La vida es inmensamente mía,

                                                                                  mía, mía como la alegría,

                                                                                  es fantástica felicidad,

                                                                                  y no es lo que llaman, ¡soledad…!

La Vida: ¡Oh, Dama de Hierro, me muero, percibo muerte, me muero yo…!

 

Segundo Episodio

El Veneno



El Veneno: “Huelo a muerte, me hierve la sangre con la muerte, quiero envenenar...ah, ah, oh, oh….”

La Dama de Hierro: “¡Oh, qué vá a ser de mi reino, si ese ratón se hace de crías!, ¡Oh, qué será de mí…!”

Honuro: Rosa del jardín de mi corazón, te digo hoy: “Y por cuanto yo quisiera,

                                                                                   que el ratón nunca estuviera,

                                                                                   aquí, y en sus bellos pies,

                                                                                   y como ésta enredadera,

                                                                                   y porque yá somos tres…”

La Dama de Hierro: ¡Oh, vida yo quiero de tí, todo!, ¿qué tengo que darte, vida mía?

La Vida: “Oh, quiero entregarte todo, reina de mis reinas bellas, la vida, el corazón y más la vida y te canto: “Oh, reina de mis reinas,

                         que seré yo sin tus vidas,

                         si en el huerto hago hechizos,

                         y para usted en silencios…”

El Veneno: “Arden mis venas por el letargo de este sueño y sin usted en mi boca, señora…”

Honuro: “Oh, ¿qué hago yo, sin usted amada bella de mis rosas si ese ratón le acecha…”

La Vida: “Oh, Honuro, lleva a la reina lejos de ese ratón, yo misma aunque más vida le daré lo mataré…”

El Veneno: “Le daré una prueba de mi veneno letal y será un mortal, cruzando la vereda de la muerte…”

La Dama de Hierro: ¡Oh, el ratón cruzó por el caudillo de mis pies y ha rozado las puntas de mis dedos!, ¡oh, qué asqueroso el ratón éste…!”

El Veneno: “Es mortal mi veneno, a pulso, a gota a gota, te daré de mí, para que te mueras y te vayas al infierno…”




Tercer Episodio

La Estocada

 

El Veneno: “Mi mortal semblante es el corazón que late de a poco a poco, cuando de mí tienen el sabor amargo de este cálido veneno…“Ay, el veneno soy yo, deletéreo, y mortífero, como el ave rapaz vuela alto…”

La Dama de Hierro: “Yo soy más fuerte que ese ratón, Honuro, soy la más poderosa de la región”.

Honuro: “Dama de Hierro no tema a lo que es más débil que usted, yo le digo:

                                                 “Y cantaré y cantaré,

                                                  saciaré de mí, sus besos,

                                                  y en más eternos silencios,

                                                  a la rosa le amaré”.

La Dama de Hierro: “Oh, entrego cuanto tengo hoy, mis riquezas por no ver a ese ratón que hoy acecha con devorar a mis pies…”

La Vida: “Es, sin embargo, la vida es un caos, ¿cómo dar más vida?”

Honuro: “Oh, señora, dama de mis días alegres, creo que usted no se bañado en días, se nos ha olvidado su baño…”

La Dama de Hierro: “No he querido moverme de aquí…”

Honuro: “Oh, qué indecente momento, dama de mis noches felices…”

La Vida: “Sí, eso es, Honuro, baña a la Dama de Hierro con dulces de leches y rosas…”

Honuro: “Le cortaré de mi rosal, las rosas más bellas y yo le digo:

                                                “Bañaré a mi reina con rosas,

                                                 con rosas bellas clandestinas,

                                                 que cortaré de mi rosal,

                                                 cuando el frío se haga invernal”.

La Dama de Hierro: “Oh, Honuro dame la espada que adorna la esquina, quiero matar este corazón que arde de temores cuando yo soy más fuerte que ese ratón”.

Honuro: “No, señora de mis noches bellas, le cantaré: “Y la estocada es del más débil,

                                                                                         y cuando la noche es más vil,

                                                                                         cuando los deseos son mil,

                                                                                         pero, en los ojos hay más flébil”.





 Segundo Acto

Primer Episodio

Perifeo




La Vida: “Oh, vida mía, qué más vida le daré, si hoy no me queda ni el aliento de su boca…”

La Dama de Hierro: “Oh, me quiero morir deseando que la muerte traiga a mi vida la mala suerte, la pobreza y la desdicha…”

Honuro: “Oh, señora, mi dama de mis días y noches, le digo que hoy si la muerte viene a usted, que me lleve consigo y para siempre…”

El Veneno: “¿Dónde está el ratón?, ¿quiero comer de tí y lo buscaré y lo hallaré y lo encontraré hasta derribarte ratón, enemigo del mundo y amigo de la repulsión…”

La Vida: “Oh, Dama de Hierro, como él es usted, así de fuerte, audaz y tenaz. Honuro dale un baño de leches y rosas para que huela a ellas y no a queso ratón en sus pies..”

La Dama de Hierro: “Honuro, busca a Perifeo, quiero decir a mi amor, el rey, que esta noche dejo de ser la Dama de Hierro en esta región donde habitan esos ratones…”

Honuro: “Oh, Dama de Hierro, renunciará a tan alto cargo y quién le sucederá…”

La Vida: “Oh, Dama de Hierro, dése un baño y yá, verá que le volverá la vida a usted y ese ratón morirá…”

Honuro: “Oh, bella mía y le cantaré: “Un baño y le hace más falta,

                                                           amada, de mi vida asalta,

                                                           cuando de mí todo le doy,

                                                           porque un criado de tí soy”.

El Veneno: “Me encanta comer este ratón es como caviar dentro de una vasija…, uhmm…, ¡oh, no, es polvo de la estocada, oh, oh… no…!”

 

Segundo Episodio

La Ratonera



Perifeo: “Dama de Hierro, ¿cómo quiere deshacerse del cargo?, si usted y yo, somos los reyes de la región”.

La Dama de Hierro: “Ése ratón no quiere caer ni en la ratonera, ni el veneno desea atragantar…”

Perifeo: “Yo, pienso en que el ratón caerá, porque aquí todo está limpio, ¿verdad?...”

La Dama de Hierro: “Sí, Honuro, tiene todo limpio, pero se adentró ese ratón aquí…”

Honuro: “Señora, amada mía, quedo ante usted y para usted, y digo y expreso que todo está... limpio…”

La Dama de Hierro: “Quiero dejar el cargo de reina e irme lejos de este lugar con ratones en las casas…”

Perifeo: “Sí, le calma la vida a usted reina de mis noches, pues váyase de aquí, le doy permiso, pero vendrá otra reina a reinar…”

Honuro: “Cálmese, señora mía, que el tiempo dictará la vida de ese ratón aquí a su lado, caerá yá verá usted, deje pasar la noche y verá...”

La Dama de Hierro: “Duerme en calma la Dama de Hierro, y sus pies siente cosquillas, no es Honuro con las plumas dando masajes, es el ratón…””Ayyyyyyyy, el ratón, el ratón, el ratón, y en mis pies…”

Honuro: “Ay, amada mía, que dirá Perifeo si la oye gritar de esa forma, cállese, y duerma más, que está cansada…”“Es por la mañana y la ratonera vacía queda, el ratón aún no capta que debe ser capturado lo más pronto posible...”




Tercer Episodio

La Noche Amarga




La Dama de Hierro: “¿Cómo he amanecido hoy, con ese ratón y a mis pies…”

Honuro: “Ay, amada mía, lo recordó, si no…”

La Dama de Hierro: “¿Si o no qué?...”

Honuro: “Que no ha caído el ratón…”

El Veneno: “Oh, ¿dónde estás ratón, te quiero comer, y te deseo tanto que me atrevo a decir que eres parte de mí, yá…”

La Dama de Hierro: “Qué no ha caído, ese ratón?, ¿cómo no ha caído, y el veneno…?”

Honuro: “Y le canto a mi amada, “Oh, amada bella de mi alborada,

                                                     si queda usted tan ruborizada,

                                                     por ese ratón en su presencia,

                                                     si fuera por mí, sería ausencia”.

El Veneno: “Soy el veneno, soy la muerte sin antídoto, soy la muerte la llamada el veneno… y le canto al ratón: \"Oh, ratón, y ratoncito,

                                 quiero de tí un pedacito,

                                 porque eres el alimento,

                                 y te quiero hoy en mi mesa,

                                 como en mis ojos ser presa\".

La Dama de Hierro: “Oh, yá llegó otra noche más con el ratón…”

La Vida: “No te rindas amada nuestra, de nuestros días y noches, que la vida es de usted y para usted nada más”.

Honuro: “Es otra noche más, dulcemente duerme amada mía…”

La Dama de Hierro: “No, no, no, no, quiero morir, dame la espada con esta estocada, quiero matar a este corazón de un sólo ¡zás!, es mi corazón muerto o de un susto que puedo yo morir…”

Honuro: “Ay, amada mía, no cayó el ratón, no se quiso dar un baño, Perifeo la dejó y ahora la noche más amarga de mi existir, no le daré la estocada sino le daré un arpón…”

La Dama de Hierro: “Sí, Honuro, dame el arpón, este corazón tengo que acabar con el, es el susto o es mi corazón que no sobrevivirá más…”

La Vida: “Oh, vida aquella de mi reina la Dama de Hierro, era como el asfalto, era como la piedra ónix, era como la perla del mar, era como la roca del río, traviesa y fuerte como Dios dispuso…”

Honuro: “Oh, qué sangre mi reina, amada mía me quiero morir junto a usted…”

 

Honuro toma el arpón y hace una incisión profunda y mortal en su corazón, se debate entre la vida y la muerte y muere también en la escena junto a la Dama de Hierro…



Fin