Evandro Valladares

SINTIÉNDONOS LOS DOS

Sintiéndonos los dos

 

De la apretada jaula de tu pecho

tus pequeñas palomas se escapan

y en un vuelo de anhelos paganos

buscan el nido ideal de mis manos.

 

Con temblor sutil de sus alas

en su nuevo nido se alojan.

Nuestros cuerpos se van acercando

y se besan tu piel y la mía.

 

Y yo siento que estas en mi carne

y tu sientes que estas en la mía

y el deseo me mueve a quedarme

en el lecho que me has ofrecido.

 

La tibieza de toda tu piel

en mis besos ha quedado enredada

y el agite pasional de tu cuerpo

a mi ardor lo has entregado.

 

Y ya no hubo reflexiones ni edades

y la cerradura de tu hermética  entrada

a la llave por mi presentada,

le dio paso para ser alojada.