Walberto Díaz

Ángel caído II

No quieres recordar sus pechos

no quieres recordar sus muslos

no quieres recordar sus besos

porque se te olvida tu fe

y tu fuerza de voluntad.

 

Se te olvidan tus nuevas creencias

se te pierde el reino que te has ganado

te expones a la tentación

y una vez más

te vuelves pecadora.

 

El amor y el deseo

que te provoca

te avergüenza.

Prefieres disfrazar una mentira

que aceptar tu realidad.

 

Walberto Díaz

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