argantonio

La higuera

El único paraíso donde la higuera

era un árbol venerado, era el paraíso

terrenal, pero aquel era un paraíso

natural, hoy cuando vemos una higuera

en la ciudad es porque quedó olvidada.

 

Hoy los paraísos artificiales tienen palmeras

descastadas y sedientas, son paraísos sin

habitantes, en medio de un secarrál, no hay

siquiera pájaros despistados, ni insectos, allí

nada se pudre porque nada nace, al menos

la higuera nos espera, cuando no con los higos,

con las brévas, tienen memoria, son imperecederas.