Alberto Escobar

Mi Guitarra

 

Guitarra cantora, compañera de nanas, dadora de alegría,

me acompañaste desde la primeras luces, mis primeros

lloros no se entienden sin tu son, tu dulce son embriagador, 

mezclado con alfajores y roscos de navidad.

Amiga de zambombas y botellas de anís, inspira el genio del

que te escucha, del que te goza.

 

Mi alma no sabe bailar sin que estés presente. Las Sevillanas

te deben la vida, los Fandangos también.

Nada en Andalucía se explica sin tu existencia, ni en España tampoco. 

Cuando te escucho se me pone en pie hasta el último recuerdo,

el más recóndito y guardado.

Te siento tan dentro que eres mía desde que mis ancestros más lejanos

te adoptaran como hombro de penas, la guitarra flamenca de mis

andalusíes y moriscos, mi esencia mas esencial.

 

Ahora mismo te escucho mientras doy cuerpo a estos versos.

Versos que ningunean ante tu grandeza, ante lo que desatas en mí.

 

Deseo ser siempre, sin descanso, oído fiel a tus delicias. 

Te quiero.