Esteban Mario Couceyro

La niña de los vientos

Niña, mujer, sorprendida

enorme, como el universo

tus ojos devoran, poco a poco

la realidad de la vida.

 

Sopla con el alma de tu aliento

la faz de mi tierra

y cuando llegues al mar

suave, peina mis cabellos.

 

Hermosa niña de los vientos

que los árboles, te saluden

dejándote pasar

seguros de tu regreso.

 

Hasta que en tu cintura

la luna esconda sus puntas

dejando que el sol

pariera el horizonte nuevo

en medio de cantos

y tibieza esperanzada.