diego caro

VENGO

 

VENGO

 

Desde el silente y  solitario, 

oscuro y frio aposento

de ausencias reiteradas, 

vengo en pos de tu ser, 

armado de esperanzas promitentes 

de acercamientos lúbricos 

de tu piel y mi piel.

Traigo el oído atento con la premeditada 

intención de absorber 

nota a nota el concierto de pájaros y arrullos 

que habitan en tu voz.

 

Quiero encontrarte sola, 

sola contigo misma, 

sola esperando solo invadirte completa 

de mi espíritu y luz, 

de mi canto sin rimas saturado de mi alma, 

del calor de mi sangre revolando en mi piel,

de las palabras mágicas que tu palabra extraen

para expresarme cosas, ideas y sentires 

que renuevan mi ser. 

 

Quiero encontrarte sola 

para, como la ola, que las playas inunda, 

invadirte con lenguas de fuego calcinante

y saborearte integra, por detrás, por delante,

de espaldas y de frente 

y en cada poro tuyo inclemente dejarte 

las marcas de mis besos 

y de las galopantes caricias  de mis manos 

que ávidas desean explorarte y llevarte 

hasta las delirantes locuras donde juntas 

nuestras almas y carnes  se acercan, 

se unifican, se fusionan, se parten, 

se elevan a los cielos, 

se igualan con los dioses, 

se mueren, y en sinergias se renuevan 

se engrandecen y se hacen fuego, jubilo 

y poesia canto

al momento inefable sublime de adorarse.

 

Vengo desde el oscuro silencio de la ausencia

a dejarte mi alma diluida en los jugos 

de mi cuerpo anhelante 

de tu eterna presencia.

 

 

fernandocardonakaro