rosamaritza

Notas de vidas (EN LA WEB) capitulo-2-

 

 

Eva consulta la hora en el preciso momento que repica el celular

-Hola Eva, si te parece bien compartimos un poco esta noche en el pianobar, tengo algo de que hablarte.

-Estoy en camino a la casa Adam, hoy realmente estuve muy ocupada, dormirè un par de horas, que te parece si nos vemos a las 21 horas.

Afortunadamente Adam por primera vez estuvo de acuerdo con ella sin presionarla. Eva al llegar a su casa toma un baño y se queda ligeramente dormida intrigada al pensar que serà lo que Adam quiere decirle, no es costumbre entre ellos un dìa de semana concertar cita, ya que ambos trabajan y es un poco complicado.

Recupero las energìas luego de un dìa de mucho trabajo, escoge un traje al azar, la suavidad del escote y el cabello suelto le dan aires de exquisita sensualidad, abre el armario y al ver las sandalias rojas las toma y se calza, recoge el bolso de mano las llaves y sale algo apresurada.

En el taxi maquilla un poco sus ojos y sus labios color rojo, llegando a tiempo a la cita con su amor.

-Hola cariño, necesito hablarte de algo -Hola mi amor, claro dime de que se trata -Ya sabes que estoy en tràmites de divorcio, y hoy he recibido una noticia que paraliza el proceso totalmente anulando el procedimiento.

-Pero que dices no entiendo nada, explicate

-el caso es que la madre de mis hijos se encuentra nuevamente embarazada

-¿y de quièn?

Adam baja la mirada sin responder, y Eva no coordina ideas queda totalmente en blanco ante el silencio de aquella revelaciòn que a su vez la deja sin palabras tambièn, no puede creer hasta donde ha llegado el nivel de su ingenuidad, al dejarse engañar por quièn hasta ese instante era todo el amor de su vida.

Adam intenta tomarle una mano y ella de inmediato toma su bolso se levanta de la silla y sale con pasos ligeros intentando alejarse lo mas pronto posible de aquel lugar que la ahoga. En la avenida decide caminar y una llovizna humedece su rostro al confundirse con una làgrima decide reir en vez de llorar.  

 

y la vida continua...