¡ABRÁZAME!
¡Abrázame mi amada soledad!,
que tengo el corazón desangelado.
Sentada la tristeza aquí a mi lado
me aleja de mi dulce realidad.
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¡Abrázame...y aleja su maldad!
Que en este sentimiento está engarzado
con tristes oropeles del pasado
el llanto que dejó su falsedad.
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Y sé que sólo tú, y tu dulzura
podéis lograr que muera esta locura.
¡Arrúllame que siento que me muero!.
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¡Que en este corazón de pena herido
fabrica la amargura un blando nido...
en seca rama ausente de un te quiero!
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