Era una fresca noche parisina
En el mítico Café de la Paix
Vi sola a una bella jovencita
Y sin dudar, junto a ella me senté
Me acerqué a la muchachita
Diciéndole: \"Salut Madmoiselle\"
Y ciego por su inmensa belleza
Me derretí ante su acento francés
Luego salimos por las Capuchinas
Fuimos a caminar junto al Sena
A conocer el Odeón y la Bastilla
La maravillosa travesía francesa
La Gran Torre fue la última parada
Por entonces ya me tenía cautivado
Y mirándola directamente a los ojos
Sentí a mi corazón latir enamorado
Viendo a París desde lo alto
Su nombre, yo quería saber
Y besándome apasionadamente
Susurrando me dijo al oído... Ivette