Hugo Garcia

AÑOS

La vida se me escapa de los veinte dedos

cuando paso por la calle de mis historias de amor.

 

Dos enamorados de la mano

con amor y desconfianza

ella lleva cuadernos

él, lapicero en boca.

Y así,

entre bocanadas

le dice cuanto la quiere.

 

Los muchachos en la cancha

con uniforme de propaganda juegan al fútbol.

Celebran cada tres minutos.

 

El tipo extraño

del mismo bar, misma cerveza

ha logrado comprar el nombre a la mesera.

 

Yo,

después de caminar veintiún kilómetros exactos

llego a mi casa

y me veo en el espejo casi sin esperanzas

con unos ojos apagados

como si no fueran los míos.