la flaca

Derrotero!!!

No revivió, ni siquiera con mis intentos de dios desterrado que le asfixiaba boca contra boca, traspasándole mi angustia como una desesperada, al final, un no te mueras con tono desgarrador nunca nos a salvado.

 

Fue así como nos despedimos de un amor desahuciado , un amor que ya sentía el virus de lo desolado.

 

Y cada uno se llevó sus trucos para ser feliz, aunque yo confieso que me sumo por las noches al carnaval de los recuerdos y después de varias horas de andar entre sus restos, quedo duplicada entre mi realidad y los sueños... al final no soy yo una sola ni ésta soledad una ajena.