la necedad

La mirada de un árbol, sus hojas y el sol

A veces te miro,

Te observo,
Y caduco entre una mirada punzante pero no directa que sin duda anhela comunicarse.

Te veo moverte;
Como si intentaras explicarme de que se trata todo esto
Y luego con luz brillante me miras,
Sin mas y sin menos, me dices que te sientes feliz siendo libre.

Entre nuestra conversación,
te agradezco tus movimientos;
Tu baile,
Tu luz,
Tu brillo,
Y sin olvidarme; por el detalle de enseñarme a ser libre.