Leandro

El beso que sembraste en mi boca

Nos embruja la tarde con su brisa marina

En los tiempos en que la cuidad parece dormida

Se bañan las calles de lluvia y colores

Y tu siembras tu beso en mi boca

Arrullando el silencio que se yace desvestido

Listo para amar la trágica vida y la poesía

 

Se asoman las luces curiosas de la avenida,

Tímida hora en la que se alumbran los mortales,

Me miras el alma con tu sentido de princesa,

Te cuento mi historia sin emitir palabras,

Decir te amo se vuelve el sentido perfecto

De ser juntos el romance del sol y la luna.

 

Dime princesa si tus labios me quieren

Pues mis labios te extrañan, aunque estés a mi lado.

Tal vez me he vuelto un loco poeta,

Uno que vive escribiendo perdido en el tiempo

Entre bosques y praderas, entre cemento y madera,

Y se vuelve solo para encontrar tu sonrisa.

 

Y ese beso que sembraste tímidamente

Se ha vuelto el aliento que crece en esta tierra

Aferrado a las rocas hecha sus raíces

Transformando las gotas de roció sobre los pétalos

De la flor que abre su color eterno a la primavera

Y adorna mi hogar que fue rasgado por la miseria.

 

Me olvidare definitivamente de quien soy

Y me iré por tus parajes, hasta la altura de tus senos

Me escabulliré como el viento entre las casas de este puerto

Entre tu alma y tu piel que espera mis manos.

Y nacerán las notas al piano sin prisa al silencio

Por aquel beso que sembraste en mi boca.