Alfonso J. Rodríguez M.

UN CAFECITO EN LOS ANDES

 

Rico el café de los andes,
inconfundible su aroma
como elixir del amor
nos embriaga y nos entona.
Guayoyo, negro o bolón
con leche, o bien marroncito,
si lo tomas calientito
es delicia, es emoción.
Cuando hierve en el fogón
lo pasan por coladora,
dice una humilde señora
\"aquí lo tiene patrón\".
En un pocillo de peltre
es mas sabroso el café
yo se lo aseguro a usted
disfrutará doblemente
de un cafecito caliente
servido al amanecer.
Que viva mi Venezuela
que viva su tradición
de saborear en los andes
un café de corazón.